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¿Puede el dinero extenderte la vida?

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¿Puede el dinero extenderte la vida?

1 Timoteo 6: 10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores. Warren Buffett, quizás el inversor más reputado de la historia moderna de Wall Street, padece cáncer de próstata. Lo acaba de anunciar en una carta a los inversores del conglomerado Berkshire Hathaway. La buena noticia es que le ha sido detectado en una fase muy temprana, por lo que sus médicos aseguran que su vida no corre nada de peligro. Y en este tipo de casos, la mayoría de los varones adultos que la padecen sobreviven. El oráculo de Omaha tiene 81 años de edad y el tratamiento le impedirá, sin embargo, seguir viajando por todo el mundo buscando oportunidades de inversión. Mi pregunta es: ¿Puede el dinero extenderte la vida? La pregunta que deberíamos hacernos es, ¿Cuáles son nuestras creencias financieras? el dinero es bueno o es malo?, el dinero es una necesidad o una herramienta?, es bueno ser pobre y es malo ser rico?, el dinero nos corrompe?, la verdad es que todos tenemos pensamientos sobre el dinero y si queremos ser libres financieramente debemos analizarlos y ponerlos a prueba, si te fijas bien mucho de nuestros pensamientos sobre el dinero provienen del exterior, de lo que nos han dicho toda la vida, y de lo mucho que hemos visto en la televisión, y el cine, y por lo general lo que siempre nos dicen es: el dinero es malo, si no me crees mira en la televisión los programas o las películas que pasan, observa bien y te darás cuenta que los villanos siempre son ricos, y los buenos por lo general son los pobres, por ejemplo en la película del hombre araña, Peter Parker y su familia son pobres, lo mismo de Superman y otros héroes, y los villanos siempre son ricos, no solo en los cómicos pasa esto en las demás películas también, el mismo patrón o guión se repite en todas partes, en las telenovelas por ejemplo esto es un clásico, así que si crecemos viendo todo esto y en nuestra familia, religión y sociedad siempre nos dicen lo mismo lo mas probable es que tengamos algo en contra del dinero cierto?, pero por irónico que parezca todos queremos ser ricos y si no solo mira el éxito de las loterías en todos los países, que raro no crees!? Todo lo anterior es para analizar el contexto financiero de nuestra mente, si una persona tiene malos pensamientos sobre el dinero, y se expresa del tema como: el dinero no es tan importante, el dinero te corrompe!, el cochino dinero! el dinero es la causa de todos los males, etc. Jesús menciona esto, Mateo 6:24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Las dos afirmaciones intermedias no son, bien miradas, más que una proposición reforzada por el paralelismo antitético con el que están formuladas; su función es la de dar razón de la afirmada imposibilidad de un doble servicio simultáneo: dando por supuesto que la servidumbre crea una relación subjetiva entre el siervo y su señor, niega que al siervo le sea posible mantenerse equidistante de sus dueños; la imposibilidad del doble servicio se sitúa, pues, en el corazón del siervo, en su incapacidad de mostrarse neutral frente a sus señores: no se contempla (como se hacía en la literatura grecorromana contemporánea, donde hay ejemplos de dichos proverbiales análogos , el lamentable caso del esclavo que, sometido a dos señores, no puede nunca satisfacer a ambos, ni el del afortunado que, por tener que obedecer a dos, se libra de estar sujeto verdaderamente a uno; se supone que el siervo de dos señores es dueño de elegir a qué amo servirá de verdad, “de corazón”; su obligado servicio no dependerá ya tanto de la voluntad de su señor, sino de la necesidad de su propio corazón: el siervo de dos amos elegirá señor según le plazca. Aunque Jesús comience su afirmación constatando que resulta imposible servir a dos señores y la termine identificándolos para sus oyentes como Dios y el dinero, no quiere, pues, negar el servicio debido al señor; desea establecer la inevitabilidad de una opción por parte del siervo: no trata, pues, de levantar acta de la imposibilidad de un doble señorío; invita, más bien, al siervo a tomar partido por un único señor. Da por supuesto que sus oyentes se saben en deuda de obediencia; no está en juego su total liberación del servicio; al siervo le queda únicamente la obligación de decidir a quién va a pertenecer. Su afirmación es, sobre todo, una invitación a elegir el dueño a quien servir. Hay que advertir, aunque sea de paso, la extrañeza que puede causar al hombre moderno la argumentación de Jesús: mientras que él parte de la servidumbre obligada para urgir una elección, el hombre moderno exige libertad de opción para poder elegirse el señor a quien servir. La invitación de Jesús a optar por el servicio exclusivo de Dios. Jesús se dirige a todo aquel que está dispuesto a aceptar la soberanía de Dios sin saber bien aún las consecuencias prácticas de su decisión o sin haberlas aceptado todavía cordialmente. Porque la elección no se establece sólo entre la servidumbre real a dos amos, sino, sobre todo, en la relación subjetiva que el siervo mantiene con el dueño que prefiere; por tratarse de un amor o de un odio, de un aprecio o un menosprecio, mientras se dé la servidumbre se mantiene el deber de elegir un señor a quien servir porque se le ama más (cf. Mt 10,37: Lc 14,26); en el servicio a Dios o a Mammón no están en juego, al menos no principalmente, los afectos del siervo por sus señores, sino su decisión por uno de los dos, que excluye necesariamente la relación, incluso la de sumisión, para con el otro; en el fondo, la opción de preferencia por un señor impone la libertad frente al otro.Ni siquiera el discípulo que, por seguir más de cerca a Jesús, ha abandonado todo, está libre de recaer en el servicio al dinero; el haberse declarado siervo de Dios le obliga a menospreciar la riqueza, no le dispensa de tener que evitar el apego al dinero; todo afecto hacia él es, en el siervo de Dios, desordenado. La alternativa que Jesús establece entre Dios y Mammón deja entrever que nada tiene en contra del culto al dinero, si éste excluye el servicio de Dios; lo que niega, y sin atenuación posible, es que el servicio de Dios pueda simultanearse con la servidumbre al dinero: pues ambos ponen al siervo ante exigencias irreconciliables; aceptar a Dios como tal impone desdivinizar el dinero; el servicio de Dios libera a su siervo de la servidumbre de las riquezas. Sea de una manera o la otra. ¿Puede el dinero extenderte la vida?

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